
Los defectos refractivos son patologías que dificultan el enfoque de las imágenes del exterior en la retina, tanto de los objetos cercanos como lejanos. Se corrige inicialmente con anteojos y/o lentes de contacto. Otra opción es la cirugía, que se puede realizar con láser o con lente intraocular dependiendo de las características de la córnea. Son cirugías que duran entre 8 y 15 minutos, y el paciente generalmente al día siguiente deja de depender de los anteojos.