
El glaucoma no muestra síntomas perceptibles hasta que la enfermedad está muy avanzada. Se presenta cuando la presión dentro del ojo se eleva por encima de lo normal y atrofia al nervio óptico. Suele detenerse con el tratamiento médico, usualmente gotas oculares, por eso es muy importante el diagnóstico precoz de la presión ocular elevada. A veces se debe hacer láser o cirugía. Los familiares de pacientes con glaucoma tienen más chances de tener la enfermedad, por eso deben controlarse todos los años.